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lunes, 24 de septiembre de 2012

El dulce sabor de una mujer exquisita . . .


Una mujer exquisita 
no es aquella que más hombres tiene a sus pies, 
sino aquella que tiene uno solo que la hace realmente feliz.
Una mujer hermosa 
no es la más joven, 
ni la más flaca, 
ni la que tiene el cutis más terso 
o el cabello más llamativo, 
es aquella que con tan sólo una sonrisa 
y un buen consejo puede alegrarte la vida.
Una mujer valiosa 
no es aquella que tiene más títulos, 
ni más cargos académicos, 
es aquella que sacrifica su sueño 
por hacer felices a los demás.
Una mujer exquisita 
no es la más ardiente, 
sino la que vibra al hacer al amor 
solamente con el hombre que ama.
Una mujer interesante 
no es aquella que se siente halagada 
por ser admirada por su belleza y elegancia, 
es aquella mujer firme de carácter que puede decir NO.
Y un hombre, 
un hombre exquisito 
es aquel que valora una mujer así...

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