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domingo, 19 de enero de 2014

Le hablé al amor de ti, y te amó.
Le hablé a la noche de ti, y se iluminó.
Le hablé al sonido de tu voz, y se le grabó.
Le hablé a la muerte de ti, y te inmortalizó.
Le hablé al olvido de ti y desde ese día jamás te olvidó.
Pero cuando le hablé al odio de ti, no pudo odiarte,
se enamoró de ti, tanto como yo...