Una mujer exquisita
no es aquella que más hombres tiene a sus pies,
sino aquella que tiene uno solo que la hace realmente feliz.
Una mujer hermosa
no es la más joven,
ni la más flaca,
ni la que tiene el cutis más terso
o el cabello más llamativo,
es aquella que con tan sólo una sonrisa
y un buen consejo puede alegrarte la vida.
Una mujer valiosa
no es aquella que tiene más títulos,
ni más cargos académicos,
es aquella que sacrifica su sueño
por hacer felices a los demás.
Una mujer exquisita
no es la más ardiente,
sino la que vibra al hacer al amor
solamente con el hombre que ama.
Una mujer interesante
no es aquella que se siente halagada
por ser admirada por su belleza y elegancia,
es aquella mujer firme de carácter que puede decir NO.
Y un hombre,
un hombre exquisito
es aquel que valora una mujer así...
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